viernes, 22 de junio de 2012

Día 38 – Perdiéndome en la comunicación

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo resistirme a hacer el perdón a uno mismo al manifestar mi propia personalidad convencional de conversar, de ayudar, de querer apoyar y asistir a los demás cuando de hecho estos no quieren apoyarse y asistirse a sí mismos.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo querer apoyar y asistir a los demás cuando ellos no tienen la decisión y determinación de hacerlo por ellos mismos y por lo tanto todo apoyo y asistencia hacia los demás es inútil si ellos no están dispuestos a ver el punto por ellos mismos.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo actuar como la ‘voluntad’ y ‘determinación’ de los demás en separación de uno mismo, al yo hacer las cosas y aplicarlas y vivirlas por los demás sin que estos tomen responsabilidad por ellos mismos por sus propias decisiones y responsabilidades.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo percibir y creer que podría joder con los demás a mi gusto creyendo que yo no podría joderme a mí mismo de esa manera ya que yo tengo el perdón y la estabilidad del respiro para no caer, cuando de hecho eso es deshonestidad y a través de esa deshonestidad conmigo mismo estuve cargándome de ira y enojo con los demás que es un reflejo hacia mí mismo con lo que permití y acepté en los demás como en mí mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo temer perder quien soy al entrar en una conversación donde no podría mostrarles a los demás quien soy – ya que caí en un punto de especulación y expectación donde comienzo a dar visión mediante la imaginación a puntos que no he trabajado pero que sin embargo las contestaría porque no hay ‘nada que yo no sepa de mí mismo’.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo confiar en mi imaginación y percibir y creer que con ésta yo podría dar una visión de los puntos que ‘enfrentaría’ o ‘viviría’ tales como una relación cuando no lo he establecido –sigo manteniendo el patrón de mi acumulación de acciones de mis relaciones anteriores, por lo tanto es algo que debo corregir mi punto de partida y patrones.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo pensar, percibir y creer que no hay algo que no sepa de mí mismo, estableciendo una comunicación de sabotaje hacia mí mismo y la otra persona al comenzar a dar expectativas sin un claro ejemplo de lo que está aquí y hablar desde ese punto, de lo que está aquí.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo tomar la responsabilidad de los demás en separación de uno mismo, al querer arreglar la mente de los demás como un estado hipnótico o hipnotizar cuando esto no apoya ni asiste a los demás, sólo alimenta a mi propio ego de querer salvar a los demás de hecho.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo percibir y creer que todas las relaciones que tengo, yo podría arreglar sus vidas, en esto me perdono por haberme permitido y aceptado a mí mismo poner y dar valor a las personas con que me relaciono al punto de no tomarlas como uno e igual a mí, accediendo a la confianza en separación de uno mismo para mis propósitos deshonestos.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo participar en una conversación dando mi confianza hacia la otra persona al compartirle mis opiniones de manera que estas opiniones sólo es parte de un ego, en separación de uno mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo depositar mi confianza hacia mis opiniones, donde estas opiniones están separando a los demás en el contexto de exponerme de manera emocional y sentimental o potenciarlo en la otra persona en separación de uno mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo NO darme cuenta que al proyectarme en mi mente estoy participando y dando cuerda a mi conciencia en donde estoy ‘viendo’ desde el punto de partida de una carga energética en separación de uno mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo temer enfrentar las situaciones a las cuales me he comprometido por el temor a fallar.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo temer fallar.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo conectar el miedo a fallar con el miedo en sí mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo temer mi propio miedo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo percibir y creer que existe el ‘fallo’, de manera de que estoy juzgando de acuerdo a una condición que me he impuesto en separación de uno mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo imponerme por ejemplo el miedo, y en esta imposición, estoy abriendo paso al ‘fallo’ o la ‘caída’ a través de sentimientos, pensamientos y emociones en separación de uno mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo comunicarme con apodos en separación de uno mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo dar apodos a los demás desde el punto de partida de sentimientos y emociones en separación de uno mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo crear separación al dar un valor energético a los apodos, participando en mi mente secreta con experiencias y valores negativos hacia los apodos que he permitido y aceptado tener sin cuestionarlos, sin pararlos y decir ‘hasta aquí no más apodos energéticos’.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo dar apodos y darme un apodo con un valor, una idea, una creencia que no apoya a la vida.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo percibir y creer que los apodos son para crear confianza y dentro de eso, crear el enojo al percibir y creer que están utilizando el apodo y la forma de hablar para mostrar ‘confianza’ hacia mí, percibiendo y creyendo que lo hacen para su interés propio, en separación de uno mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo conectar apodos con una carga energética negativa de odio, furia, engaño y celos y una carga energética positiva de confianza en separación de uno mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo enojarme cuando alguien me pide que haga algo para él/ella percibiendo, pensando y creyendo que me están gastando el tiempo cuando de hecho esa percepción la he creado en separación de uno mismo ya que, yo mismo he estado gastando mi tiempo en estar sentado dando vueltas y cuando alguien toma algo de ese tiempo, yo abdico la responsabilidad hacia algo exterior a mí – ya que, de hecho yo me he ofrecido a ayudar.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo juzgar a la otra persona cuando ésta me pide mi apoyo y asistencia para algo específico y yo creando dentro de mí mente, molestias, pensamientos, en separación de uno mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo percibir y creer que alguien está molestándome cuando ‘estoy ocupado’, cuando ‘he ocupado’ mi mente en cargas energéticas a las cuales estoy reaccionando o cargando en mi mente cuando digo ‘estoy ocupado’.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo conectar ‘estoy ocupado’ con abdicar la responsabilidad que tengo como uno e igual para ayudar a los demás cuando necesitan de mi ayuda.

Me comprometo a terminar con los apodos que están basados en memorias, en ideas y creencias y juicios hacia las personas – no honrándolas como la vida aquí.

Me comprometo a recordarme a mí mismo cual es mi punto de partida para comunicarme – honestidad como uno mismo y sentido común.

Me comprometo a revisar minuciosamente con el perdón a uno mismo esos momentos en los que ‘me pierdo’ o ‘no sé quien soy’ o un montón de problemas que genero dentro de mí mismo al percibir y creer que ‘caí’ o ‘fallé’.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escribe un comentario :)