viernes, 22 de junio de 2012

Día 37 – Estar de Pie por los Principios


Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo vivir de acuerdo a positivo-negativo, bueno-malo y bien-mal dentro de un marco mental basado en reglas, en vez de levantarme como la Vida como Todo como Uno como Igual y vivir en y como el Principio – quien soy en lo que hago que sería lo relevante – no es sobre si esa acción particular es generalmente aceptada como correcta o buena, sino sobre el principio que acepto y permito mediante la acción particular y más importante el incentivo o punto de partida de mi acción.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo actuar en base a las reglas de la sociedad siempre, cuando estas reglas morales fomentan la deuda y demanda por uno mismo ‘actuar’ en base a la moralidad que endeuda a las personas a ‘devolverte el favor’ dentro del punto de partida de manipulación – que es totalmente inaceptable.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo utilizar las reglas morales para manipular a los demás al yo actuar en base a esa moral de ‘ayudar’ por ejemplo y dentro de ese punto yo cargar en mí una ‘acción’ y en el otro una ‘deuda’ y así crear el punto de separación donde genero toda una experiencia dentro de mi mente secreta, un valor al cual el otro debería pagar por mis actos, sometiéndolo y si no lo hace generar el punto de conflicto dentro de mí mismo y en separación de uno mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo al ayudar a alguien más, endeudarlo y desear manipularlo, cuando de hecho mis otras intenciones detrás de la acción no están siendo honorables de ninguna manera, cuando de hecho estoy actuando dentro de principios que no son ni apoyan a la vida en su totalidad, creando y percibiendo mi realidad dentro de principios como de manipulación y deuda – generando conflicto dentro y fuera de mí mismo y en separación de uno mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo en este proceso confiar en la aplicación de los demás y en sus propias decisiones en vez de ver el contexto de mi realidad y poder expandirme a mí mismo en honestidad como uno mismo para no delegar mi responsabilidad y caer en la decepción de la confianza en separación de uno mismo – lo veo, lo aplico y lo vivo como uno mismo, como la decisión de quien soy en cada momento.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo temer hacer declaraciones de perdón a uno mismo en relación a ‘dejar de existir como un sistema de conciencia de mente’ ya que dentro de esa percepción creo la experiencia del miedo y una vez que haga la declaración correspondiente a enfrentar ese miedo, la experiencia se va y quien permanece es Uno Mismo aquí en y como el respiro, en y como el cuerpo físico – es la evidencia de quien soy en aplicación de honestidad como uno mismo con el perdón a uno mismo aquí.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo temer parar mi mente.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo conectar el miedo a parar mi mente con el miedo en sí mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo el temor a mi propio miedo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo temer reconocer la igualdad de responsabilidad que tengo sobre este mundo y las manifestaciones que existen aquí, me doy cuenta de que reconociendo de que soy igual de responsable por la manifestación de lo que existe, soy capaz de dirigirlo dentro de mí mismo para ser parte de la solución de la manifestación de lo que existe aquí y al reconocerme como igual a ese punto lo dirijo al punto del no retorno, donde esa manifestación a la cual me hago igual, me hago responsable porque reconozco que soy responsable por todas las manifestaciones, me hago responsable por los pensamientos y experiencias que implicó, cómo, por qué lo manifesté, entonces veo todo el punto en su totalidad y soy capaz de pararlo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo temer reconocer la unicidad a la experiencia y pensamientos entre otros componentes de la mente que estoy experimentando dentro de mí mismo, me doy cuenta de que esa experiencia dentro de mí mismo y componentes existen como la experiencia de mí mismo, es lo que estoy manifestando como uno a ello, soy parte de ello y por lo tanto debo de tomar responsabilidad como uno e igual a ello ya que es lo que diseñé como el reflejo de mí mismo como un sistema de conciencia de mente y al tener una experiencia sobre ello tanto dentro como fuera de mí mismo –soy responsable por ello porque lo estoy manifestando como experiencias mentales sin realmente estar estable y tomar dirección y dirigirlo para dar una solución y terminar con los problemas- principalmente debo de parar mi mente para no crear sobre eso miedos y otras experiencias que me siguen perpetuando el punto sin enfrentarlo – porque le doy mi atención y participación e influencia sobre ello en mi mente.

Me comprometo a ejercer la voluntad de mí mismo para levantarme como uno e igual a la creación y manifestación de este mundo ya que soy responsable por ello y así dirigirlo como uno mismo.

Me comprometo a reconocer la igualdad en responsabilidad para comenzar a dirigirme dentro y como el principio de igualdad, estando de pie como uno a las manifestaciones y dirigirlas efectivamente.

Me comprometo a considerar a cada ser que camina en esta tierra como uno como igual a mí mismo – aplicando el perdón a uno mismo por las experiencias en separación que estoy creando.

Me comprometo a caminar este proceso de escribir, perdón a uno mismo y aplicación correctiva para vivir como la Vida – vivir libre del control de los sistemas de conciencia de mente.

Me comprometo a caminar este proceso de escribir, perdón a uno mismo y aplicación correctiva para levantarme como un ejemplo vivo de la Vida como Todo como Uno como Igual en pensamiento, palabra y obra.

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