lunes, 4 de junio de 2012

Día 25 – Memorias de la Infancia: Compartir y no Compartir – el nacimiento de la envidia y comparación


Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo querer lo que los otros tienen.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo querer experimentar lo que los otros experimentan en separación de uno mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo no darme cuenta que la búsqueda de la experiencia que los demás tienen y querer poseerlo me hace un parásito que consume la sustancia/fisicalidad/vida transformándola en una experiencia energética hasta acabar con todo lo que le puedo dar un valor o experiencia en separación de uno mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo temer compartir.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo conectar el miedo a compartir con el miedo en sí mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo temer mi propio miedo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo temer perder lo que tengo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo conectar el miedo a perder lo que tengo con el miedo en sí mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo temer mi propio miedo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo temer que los demás no compartan conmigo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo conectar el miedo a que los demás no compartan conmigo con el miedo en sí mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo temer mi propio miedo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo percibir y creer que hay algo que es mío en separación de uno mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo percibir y creer que la vida se trataba de conseguir y obtener experiencias sobre todo a mí alrededor energizando todo a mi paso en separación de uno mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo percibir y creer que las relaciones que creé en mi mente, positivas y negativas me hacían/vinculaban físicamente conectado/relacionado a esa cosa, lugar o persona a la que me quise apropiar.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo percibir y creer que dependo de objetos, lugares, personas e ideas para existir creando en todo momento una experiencia en separación de uno mismo al estar constante y continuamente buscando una experiencia y separándome en pensamientos, sentimientos, emociones, ideas, creencias y opiniones.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo percibir y creer que necesito de objetos, lugares, personas e ideas para estar completo, cuando de hecho al reconocer esto, me estoy separando a mí mismo de mí mismo a través de una creación mental de la cual necesité de alimentarla con experiencias y valores, separándome de mí mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo percibir y creer que dependo de las relaciones que creé dentro de mí mente en separación de mí mismo hacia los objetos, lugares, personas e ideas.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo querer apropiarme de lo que los demás tenían o tienen debido a la experiencia que ellos tienen con tal cosa, lugar, idea o persona.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo envidiar las experiencias de los demás y por ende apropiarme del objeto/persona/lugar/idea que los hace experimentarse de esa forma.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo conectar la envidia con una experiencia y valor negativo y positivo en separación de uno mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo utilizar la victimización de mí mismo para obtener el objeto, lugar, idea o persona a la cual estoy queriendo tener para experimentarme a mí mismo en separación de mí mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo conectar el querer tener un objeto o persona con una experiencia negativa y positiva en separación de uno mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo utilizar la comparación para extender la envidia hacia un punto de posesión de algún objeto, persona, lugar o idea en separación de mí mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo conectar la comparación con una experiencia y valor positivo y negativo en separación de uno mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo compararme a mí mismo y a los demás en relación a su estilo de vida, su composición biológica, su estado físico, conocimiento e información y posesión/objetos/personas/lugares en separación de uno mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo someterme a la competición percibiendo y creyendo dentro de mí mismo que debía de alcanzar o lograr o ganar algo en separación de mí mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo creer y percibir que ganar o perder son reales, cuando de hecho este principio de competición existe dentro de y como la creación humana en separación de uno mismo a través de la mente al darle un valor al dinero en separación de uno mismo creando así ganadores y perdedores por doquier y en cada cosa que pensamos, hablamos y actuamos como la fórmula de la existencia y naturaleza de la supervivencia.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo alimentar una relación de envida hacia las personas, animales, objetos, servicios, situaciones, lugares, momentos, etc. a través de pensamientos, sentimientos, emociones, creencias, ideas, percepciones, comportamientos, movimientos en separación de uno mismo para validar la comparación.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo validar la comparación para crear relaciones con las personas para lograr una relación con esa persona y conectarme a la relación de lo que envidio de esa persona en separación de uno mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo validar la comparación a través de valores que he creado dentro de mí mente en separación de uno mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo existir en comparación y envidia hacia las personas que tenían personas/objetos/ideas/lugares con quien experimentarse y compartirse, temiendo no poder experimentarme y compartirme con otros seres en separación de mí mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo temer no compartirme y experimentarme con otras personas.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo conectar el miedo a no compartirme y experimentarme con otras personas con el miedo en sí mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo temer mi propio miedo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo depositar mi confianza en separación de mí mismo por envidia y comparación de los demás que han depositado y creado relaciones de dependencia, separándose a sí mismos de ellos mismos a través de experiencias energéticas queriendo yo hacer lo mismo que ellos han hecho.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo temer no depositar mi confianza en alguien más.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo conectar el miedo a no depositar mi confianza en alguien más con el miedo en sí mismo.


Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo temer mi propio miedo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo temer ser comparado.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo conectar el miedo a ser comparado con el miedo en sí mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo temer mi propio miedo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo temer que los demás no me envidien.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo conectar el miedo a que los demás no me envidien con el miedo en sí mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo temer mi propio miedo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo conectar el que no me envidien con una carga energética y valor negativo y positivo en separación de mí mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo basar mi confianza en los demás; en lo que dicen los demás, en los comportamientos de los demás, en la aceptación de los demás, en el rechazo de los demás, etc. no dándome cuenta y viéndome a mí mismo en todo esto, ya que me separé a mí mismo de mis propias capacidades por envidia y comparación.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo ser dependiente de quien soy a través de los demás, quien soy acorde a lo que piensan, sienten, emociones, creen, etc. los demás en separación de mí mismo, ya que he creado una confianza en que los demás definirán mi propio estado ‘mental’.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo dejar a los demás que definan mi estado mental y físico siendo, abdicando mi responsabilidad de estar de pie uno e igual aquí como quien realmente soy, en vez de eso dejé que los demás definan quien soy a través de sus palabras en separación de mí mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo crear un policía en mi cabeza/chat mental del cual se encargará de que esté separándome a mí mismo, en busca de destruir la vida a través de mis propios juicios creando así la fricción de la sustancia e inhibir mi responsabilidad y mis capacidades a los demás.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo que mis capacidades dependan de los juicios, ideas, percepciones, creencias, pensamientos, sentimientos, emociones, carencias, abundancias, etc. de los demás dentro de y como la mente, creando así mi propio EGO/opiniones a través de mis valores propios y el de los demás en separación uno mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo percibir y creer que dependía de alguna experiencia a base de un objeto, lugar, persona e idea en separación de uno mismo, sin comprender que esto sólo genera un juego mental basado en una polaridad de cargas en donde este juego nunca termina y terminará una vez que la sustancia/vida/fisicalidad ha sido completamente destruida haciendo que la vida deje de existir.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo juzgarme a mí mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo conectar el juicio a uno mismo con una experiencia negativa y positiva en separación de uno mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo conectar el juicio a uno mismo con el juicio de los demás sobre mí mismo en separación de uno mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo que los juicios sean mi mapa para darme dirección a través de los juicios a uno mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo que la comparación sea mi mapa para darme dirección a través de las comparaciones a uno mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo que la envidia sea mi mapa para darme dirección a través de la envidia a uno mismo.

Me comprometo a mí mismo a parar los juicios en separación de uno mismo, devolviéndolo a uno mismo, cuando juzgo me doy cuenta de que son memorias en separación de uno mismo juzgando a uno mismo, tomo responsabilidad en todo momento y los devuelvo a uno mismo.

Me comprometo a mí mismo a parar la envidia en separación de uno mismo, devolviéndolo a uno mismo, cuando envidie me doy cuenta de que son memorias en separación de uno mismo envidiando a uno mismo, tomo responsabilidad en todo momento y los devuelvo a uno mismo.

Me comprometo a mí mismo a parar la comparación en separación de uno mismo, devolviéndolo a uno mismo, cuando compare me doy cuenta de que son memorias en separación de uno mismo comparando a uno mismo, tomo responsabilidad en todo momento y los devuelvo a uno mismo.

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