Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo limitarme a no actuar al darme cuenta y entender que experimento algo dentro de mí mismo al actuar de tal manera que recibo desde mí mismo y el entorno hacia mí mismo ciertas percepciones que me hacen experimentar emociones, cosas que no me gustan experimentar y reconozco que no he querido acercarme a tales experiencias porque no he querido enfrentarlas en vida.
Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo
limitarme con conocimiento e información que he tomado en consideración porque
me decía tal conocimiento que entrar en experiencias energéticas significa que
todavía reacciono y entonces temer entrar en reacciones, pensamientos por
percibir y creer que tendría que ‘enfrentar’ algo.
Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo temer
experimentar mis reacciones.
Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo
conectar el temor a enfrentar mis reacciones con el miedo en sí mismo.
Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo el
temor a mi propio miedo.
Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo cargar
la palabra enfrentar con un valor negativo.
Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo
separarme a mí mismo de la palabra enfrentar al haber juzgado la palabra
enfrentar como malo/negativo/incorrecto y que no podría conseguir lo que
quiero=interés personal, en separación de mí mismo.
Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo
conectar la palabra enfrentar a la palabra perder.
Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo
separarme a mí mismo de la palabra enfrentar y la palabra perder al haber definido
la palabra enfrentar dentro de la palabra perder, en separación de mí mismo.
Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo
limitarme a la idea de que ‘perdería’ lo que he logrado, quien soy y me he
convertido, cuando ‘logro’, ‘quien soy’ y ‘me he convertido’ son rasgos en
separación de mí mismo al haber creído y percibido que podría perderlo.
Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo
aferrarme a la idea de que he logrado algo, y en ese logro haber definido quien
soy y por lo tanto la creencia de que me
he convertido en algo.
Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo temer
perder las memorias de que he logrado y alcanzado algo y dentro de esto, me
perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo aferrarme a las
memorias de logro y éxito al definir logro y éxito en pensamientos e ideas de
superación personal, en separación de mí mismo.
Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo
conectar superación personal a la supresión de la mente.
Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo
separarme a mí mismo de la superación personal y la supresión de la mente al
haber definido superación personal dentro de la supresión de la mente, en
separación de mí mismo.
Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo no
realizar, ver y comprender que al querer/desear la superación personal, suprimí
mi mente en la búsqueda de querer/desear alcanzar la superación personal que me
volvió tan cínico que confié en mis propios pensamientos sobre el punto de no
reaccionar y así evitar las reacciones y limitarme a las experiencias
cotidianas que no son malas experiencias por no querer actuar, hablar y ser ese
punto de acción y dirección donde estoy de pie sea si estoy o no estoy
reaccionando porque la reacción y experiencia las tendré en ese momento de
acción pero a medida que actúo daré con el por qué de mi experiencia interna y
como tal la experiencia interna la estoy creando yo mismo e inevitablemente tendré
que enfrentarlas.
Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo
quedarme con las buenas experiencias y no cuestionarlas, no terminarlas, no
finalizarlas para dar lugar a la expansión de mí mismo, ya que me he definido
dentro de estas buenas experiencias que no he querido de hecho cambiarme a mí
mismo debido al miedo a no querer experimentar otras experiencias emocionales o
negativas a las cuales me he condicionado a no re-vivirlas o experimentarlas.
Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo
utilizar la retroalimentación de imágenes, memorias y pensamientos para ver si
me conviene actuar de tal manera para no tener que experimentar emociones y
experiencias negativas.
Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo
condicionar mis actos a las memorias, imágenes y pensamientos que experimento
dentro de mí mismo en un momento dado en el cual puedo tomar responsabilidad
por y para mí mismo para mostrar quien soy, y en ese acto de mostrar quien soy
tendré un cruce de referencias con mis experiencias internas donde el
cagaso que pueda tener sólo es creado
por y para mí mismo, para no tener que enfrentar y caminar el punto ya que me
he condicionado a no enfrentar y caminar y actuar al sentir o experimentar
emociones o experiencias negativas lo cual es una gran limitante generada por
mí mismo.
Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo
condicionarme a mí mismo a no actuar y dirigirme cuando experimento miedo y otras
emociones.
Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo
retroalimentar mi mente con mi participación en memorias, imágenes y
pensamientos que me limitan a no estar y permanecer aquí, el respiro es la
llave para permanecer aquí ante tal o cual experiencia interna donde podré
caminar constante y consistentemente, sin importar lo que experimente por
dentro.
Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo limitar
mis actos y dirección por las experiencias internas, pensamientos secretos y chats
mentales.
Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo dejar
que me dirija mis chats mentales y pensamientos cuando noto que experimento
emociones y sentimientos.
Cuando esté dirigiéndome a comunicar y actuar debido a un punto que
encontré que sería de apoyo y asistencia para mí mismo y al otro como a mí
mismo y, al recibir palabras de otros las cuales percibo y experimento
negatividad o emociones, memorias, imágenes y pensamientos – me detengo y
respiro, me doy cuenta de que esa experiencia es creada por y para mí mismo la
cual tengo que tomar responsabilidad y entonces actúo y comunico lo que he
querido decir y dirigir.
Me comprometo a mí mismo a ser constante y consistente en y como cada
momento de respiro aquí.
Me comprometo a mí mismo a no influenciar mi participación externa con
las experiencias internas.
Me comprometo a utilizar el respiro cada vez que hago una
retroalimentación en mi mente con memorias, imágenes y pensamientos para parar
la búsqueda del interés personal en mi dirección y parar los condicionamientos
de seguir caminando por donde no hay experiencias negativas.
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