Me perdono a
mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo no realizar y entender que
en el momento en el que suprimo un pensamiento, este pensamiento existe en y
como yo.
Me perdono a
mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo no realizar y entender que
en la supresión del pensamiento, el pensamiento puede traer consigo una
reacción.
Me perdono a
mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo no realizar y entender que
soy el responsable de suprimir el pensamiento y de la reacción de lo que otra
persona pueda decir, hacer y pensar de mí o de lo que sea, ya que soy
responsable de mí propia experiencia.
Me perdono a
mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo no realizar y entender que
las reacciones que otras personas me provocan, es mi propia responsabilidad al
haber aceptado y permitido que la reacción exista en mí, no tiene que ver con
la otra persona en realidad.
Me perdono a
mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo culpar a los demás por mi
propia creación de la experiencia.
Me perdono a
mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo razonar y crear razones para
culpar a los demás de mi experiencia cuando de hecho, estoy creando
justificaciones de mi propia experiencia
dentro de y como la culpa hacia los demás de mi propia creación.
Me perdono a
mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo culpar y hacer responsable a
un dios de mi propia experiencia de vida, cuando esta creación es de hecho creación
del hombre – dios no existe, es sólo para no tomar responsabilidad como uno
mismo de lo que he permitido y aceptado existir en y como uno mismo y en la
tierra.
Me perdono a
mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo utilizar la excusa de un
dios para no tomar responsabilidad como uno mismo de mi propia experiencia,
pensamiento palabra y obra.
Me perdono a
mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo no realizar que en el
momento que estoy dando la existencia de un dios, estoy diciendo que hay
alguien más y que yo soy menos – y que este se hará responsable porque yo soy
menos que él para no tener que tomar responsabilidad por el desastre que hemos
creado como humanidad – por lo tanto tomo responsabilidad y no participo en
juegos de polaridad de la existencia o no existencia de dios, sino vivo y
aplico quien soy en cada respiro para un cambio real de la existencia hacia el
reconocimiento de la vida en igualdad y no existir en creencias, ya que las
creencias no me harán tomar responsabilidad de quien soy en cada respiro, en
cada momento aquí.
Me perdono a
mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo participar en el juego de
polaridad de ateo y creyente, desviando mi atención hacia un cambio y
aplicación real.
Me perdono a
mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo divagar en mi mente en
creencias sin tomar responsabilidad de quien soy y quien soy en lo que hago en
honestidad como uno mismo y el principio de vida en igualdad.
Me perdono a
mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo gastar mi tiempo en hablar
de dios o no existencia de dios, en vez de existir aquí como el respiro y hacer
lo que tiene que hacerse y punto.
Me perdono a
mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo participar y alimentar el
juego de polaridad del sistema de creencias no creyente-creyente.
Cuando me
vea a mí mismo participar en el juego de creyente-no creyente. Me detengo, respiro
y realizo que esto sólo es un juego de polaridad donde dos mentes reaccionan y
están en constante juego de emociones y sentimientos – dejo de participar en
ello y tomo responsabilidad de quien soy.
Cuando vea que
alguien habla de creencias. Realizo que hablar de ello no tiene una aplicación práctica
de cambio real y trato de presentar sentido común. En el momento en el que el
sentido común no es entendido y la otra persona trata de validar su postura del
sistema de creencias, realizó que es sólo un juego de polaridad en el que
perderé mi tiempo.
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