martes, 10 de julio de 2012

Día 48


Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo no realizar y entender que en el momento en el que suprimo un pensamiento, este pensamiento existe en y como yo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo no realizar y entender que en la supresión del pensamiento, el pensamiento puede traer consigo una reacción.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo no realizar y entender que soy el responsable de suprimir el pensamiento y de la reacción de lo que otra persona pueda decir, hacer y pensar de mí o de lo que sea, ya que soy responsable de mí propia experiencia.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo no realizar y entender que las reacciones que otras personas me provocan, es mi propia responsabilidad al haber aceptado y permitido que la reacción exista en mí, no tiene que ver con la otra persona en realidad.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo culpar a los demás por mi propia creación de la experiencia.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo razonar y crear razones para culpar a los demás de mi experiencia cuando de hecho, estoy creando justificaciones de mi  propia experiencia dentro de y como la culpa hacia los demás de mi propia creación.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo culpar y hacer responsable a un dios de mi propia experiencia de vida, cuando esta creación es de hecho creación del hombre – dios no existe, es sólo para no tomar responsabilidad como uno mismo de lo que he permitido y aceptado existir en y como uno mismo y en la tierra.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo utilizar la excusa de un dios para no tomar responsabilidad como uno mismo de mi propia experiencia, pensamiento palabra y obra.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo no realizar que en el momento que estoy dando la existencia de un dios, estoy diciendo que hay alguien más y que yo soy menos – y que este se hará responsable porque yo soy menos que él para no tener que tomar responsabilidad por el desastre que hemos creado como humanidad – por lo tanto tomo responsabilidad y no participo en juegos de polaridad de la existencia o no existencia de dios, sino vivo y aplico quien soy en cada respiro para un cambio real de la existencia hacia el reconocimiento de la vida en igualdad y no existir en creencias, ya que las creencias no me harán tomar responsabilidad de quien soy en cada respiro, en cada momento aquí.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo participar en el juego de polaridad de ateo y creyente, desviando mi atención hacia un cambio y aplicación real.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo divagar en mi mente en creencias sin tomar responsabilidad de quien soy y quien soy en lo que hago en honestidad como uno mismo y el principio de vida en igualdad.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo gastar mi tiempo en hablar de dios o no existencia de dios, en vez de existir aquí como el respiro y hacer lo que tiene que hacerse y punto.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo participar y alimentar el juego de polaridad del sistema de creencias no creyente-creyente.

Cuando me vea a mí mismo participar en el juego de creyente-no creyente. Me detengo, respiro y realizo que esto sólo es un juego de polaridad donde dos mentes reaccionan y están en constante juego de emociones y sentimientos – dejo de participar en ello y tomo responsabilidad de quien soy.

Cuando vea que alguien habla de creencias. Realizo que hablar de ello no tiene una aplicación práctica de cambio real y trato de presentar sentido común. En el momento en el que el sentido común no es entendido y la otra persona trata de validar su postura del sistema de creencias, realizó que es sólo un juego de polaridad en el que perderé mi tiempo.

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