Aplicación de Perdón a Uno Mismo (Continuado): No satisfaciendo la
expectativa
Me perdono a mí
mismo el haberme aceptado y permitido a mí mismo el chat mental “siente/sintió
cosas por alguien más” dentro del punto de partida de la angustia por ella
haber sentido/siente cosas por alguien más, por querer ser el único al cual
ella sienta cosas, sin darme cuenta que estoy levantándome como este querer
complacer a mi pareja, y como tal, el que ella experimente tanto lo positivo
por ser complacida como lo negativo por no ser complacida por mí, en lugar de
expresarnos a nosotros mismos el uno con el otro, vivir palabras como expresión
de nosotros mismos y aprender del uno al otro respecto de cómo apoyar y asistir
a vivir e integrar palabras – por tanto, en este caso sería un conocer y
entender a mí pareja respecto de lo que siente.
Me perdono a mí
mismo el haberme aceptado y permitido a mí mismo el chat mental “le
gusta/quiere a alguien más” dentro del punto de partida de tristeza por ella
sentir algo positivo hacia otro hombre más que yo, ya que me he querido
levantar como el único hombre que le hace sentir cosas a mi pareja, sin darme
cuenta la implicación de experimentar algo positivo y como tal, de haberse
separado ella misma de la palabra misma que ella misma coloca por fuera y
experimenta como positivo, por tanto, en lugar de sentirme triste y pensar que
quiere a alguien más, entiendo y conozco a mi pareja en términos de qué es lo
que le gusta, y detengo este querer que ella sienta cosas positivas por mí y
por nadie más, ya que entiendo que el experimentar cosas hacia otra persona
implica la separación de ella misma de la palabra que define esa
experiencia/relación.
Me perdono a mí
mismo el haberme aceptado y permitido a mí mismo el chat mental “va a sabotear
la relación porque no soy el único que quiere” dentro del punto de partida de
miedo a perder la palabra fidelidad dentro de la relación, que podría dejar de
existir si ella está con otro hombre, ya que quiero vivir esta idea de ‘la
relación perfecta’ definida en mi mente, donde la fidelidad es parte de esta
idea, sin darme cuenta que este miedo se convierte en una razón para complacer
a mi pareja, para que de esa manera ella siga viviendo la palabra fidelidad,
por temor a que ella no la viva.
Me perdono a mí
mismo el haberme aceptado y permitido a mí mismo complacer a mi pareja por
temor a que ella sea infiel, ya que he creído que si yo no la complazco/le hago
sentir cosas, ella va a estar con otro que sí le haga sentir cosas, sin darme
cuenta que estoy basando la relación en energía, es decir, que yo le hago
sentir cosas para que ella me permita seguir alimentando esta idea de ‘la
relación perfecta’ donde, en mi creencia, se vuelve necesario el complacer a mi
pareja, ya que de lo contrario no habría fidelidad como yo quiero.
Me perdono a mí
mismo el haberme aceptado y permitido a mí mismo temer no poder vivir la idea
de ‘la relación perfecta’ donde el único punto que temo no siga en pie es la
‘fidelidad’ de parte de ambos, sin darme cuenta de que como esta idea de la
relación perfecta la creé yo mismo en mi propia mente, también puedo dejarla
ir, donde en lugar de querer que ambos vivamos fidelidad, yo en mi relación
conmigo mismo/acuerdo conmigo mismo me levanto como tal palabra hacia mí mismo
y hacia la relación de pareja – de manera que me asegure que en la relación yo
mismo esté levantándome como tal palabra viva, ya que es mi propia
responsabilidad lo que vivo y estoy creando como yo mismo que también juega
como consecuencia, y entonces es responsabilidad de mi pareja si se levanta
como este punto de fidelidad – donde entonces se encargue ella de vivirlo, y si
para ella no le es posible, entonces ver cómo podemos continuar o terminar de
acuerdo a lo que estemos dispuestos. Pero no ya que tema que se manifieste,
sino asegurarme de que establezcamos lo que vamos a vivir y cómo.
Continuaré en
el próximo post con las declaraciones correctivas y compromisos.
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