Antes de continuar compartiendo y abriendo mi proceso
relacionado al estrés y recompensa, voy a compartir acerca de otra experiencia
que estuve pasando desde los exámenes previos.
Estuve reflexionando acerca de estos días en los que tuve una
gran resistencia hacia las actividades o quehacer físico diario, primero porque
estaba priorizando el estudio, para sacar buenas notas y luego resistiendo las
actividades para tener alguna experiencia mental de satisfacción, alivio,
relajación – donde era motivado con la experiencia de deseo y ansiedad para ir
a juntarme con mis amigos, etc. Estaba resistiendo el perdón a uno mismo
también, el hablar en sí mismo, como si todo esfuerzo físico fuese pesado, como
si a las obligaciones o responsabilidades las experimentara como pesadas,
dificultosas de hacer, un gran esfuerzo. Es como si el hacer las cosas físicas
diarias, la vida en sí misma fuese difícil, pesada, un gran esfuerzo, una obligación sin sentido.
Identifiqué en estos últimos días algunos momentos donde
entré en pensamientos y reacciones ligados a la pesadez:
-Cuando me siento como ‘ahora voy a dedicarme a lo que estoy
haciendo’, cada cosa que recuerdo me olvidé hacer reacciono como si fuese una
carga, algo pesado, tengo chats mentales de tipo “uff, me olvidé eso. ¿Tengo
que hacerlo?”, “mejor lo hago después”.
-Cuando estuve estudiando había dejado de lado muchas
actividades diarias como limpieza, orden, estructura, alimentación, en donde
reaccioné hacia tales cosas como ‘una pérdida de tiempo’ o ‘no es el momento
ahora’ como conteniéndome de hacerlas hasta que eventualmente las dejé de lado,
es decir, ya no estaban dentro de mi consideración o visión el hacerlas.
-Después de los exámenes comencé a considerar el orden,
limpieza y estructura. Empecé a imaginar lo que tenía que hacer y lo vi como
muy desordenado, no sabiendo por dónde empezar y reaccioné con pesadez, una
carga, dificultad.
Comenzaré aplicando perdón a uno mismo sobre la experiencia
de pesadez en sí misma, y luego caminaré cada una de estas situaciones hasta la
emergencia de soluciones.
Me perdono a mí mismo el haberme aceptado y permitido a mí
mismo darme por vencido a la experiencia de pesadez en mi mente y cuerpo, y
dentro de ésta experiencia, creer que no tengo las ganas o disposición para
hacer o realizar tareas o actividades físicas y prácticas.
Me perdono a mí mismo el haberme aceptado y permitido a mí
mismo, al entrar en la experiencia de pesadez, creer que no tengo las ganas
para realizar o hacer actividades físicas hoy, sin cuestionar mi experiencia en
absoluto.
Me perdono a mí mismo por aceptarme y permitirme a mí mismo
entrar en la experiencia de pesadez y vivir el hacer físico, las tareas y
actividades del día como una labor difícil, pesada, de gran esfuerzo –
definiéndome dentro de la experiencia de pesadez.
Me perdono a mí mismo por aceptarme y permitirme a mí mismo
olvidar que la experiencia de pesadez es una acumulación de pequeños momentos
de reacción que se convierten en la experiencia de energía pura de pesadez, y
como pura energía es una consecuencia de mi participación momentánea en
reacciones, chats mentales y pensamientos – de los cuales ahora, sacando la
capa de superficie me dispongo a caminar para corregir mi participación en
tales puntos y así cambiarme a mí mismo.
En el momento y cuando emerja la experiencia de pesadez,
carga y/o dificultad dentro de mí, me detengo y respiro – me doy cuenta que es
una experiencia que he estado acumulando dentro de mí, pero no significa que no
pueda moverme en ella, caminarla y liberarla por mí mismo, es decir, no me
define en absoluto, sin embargo, es una consecuencia de mí propia participación
en ciertos patrones de pensamiento, perspectivas y reacciones. Me comprometo a
mí mismo a reconocer la experiencia de pesadez, carga y/o dificultad como la
acumulación de reacciones que se convierten en esta energía pura, y como
energía pura requiero liberarla y moverme para salir de ella, por lo tanto:
Me comprometo a mí mismo a no definirme por la experiencia
de pesadez, carga y/o dificultad dentro de mí, más bien la libero a través del
perdón y vivo palabras / actúo dentro de un punto de partida de mí mismo definido
por mí mismo, a manera de vivir movimiento de mí mismo, autoridad y principio
rector.
-Cuando me siento
como ‘ahora voy a dedicarme a lo que estoy haciendo’, cada cosa que recuerdo me
olvidé hacer reacciono como si fuese una carga, algo pesado, tengo chats
mentales de tipo “uff, me olvidé eso. ¿Tengo que hacerlo?”, “mejor lo hago
después”.
Me perdono a mí mismo por aceptarme y permitirme a mí mismo
cerrarme a la posibilidad de levantarme en un momento para hacer alguna
actividad o tarea que no había planeado o que había olvidado, o que de hecho es
requerida hacer, debido a sentarme o estar concentrado con algo que estoy
haciendo.
Me perdono a mí mismo por aceptarme y permitirme a mí mismo
separarme de lo que está aquí, de mi tiempo y espacio físico, presente, de mi
cuerpo físico también al enfocarme solamente sobre aquél punto en el cual estoy
trabajando o enfocándome, como por ejemplo el estudio.
Me perdono a mí mismo por aceptarme y permitirme a mí mismo
no dar mi atención o interés hacia otra cosa que sea necesaria, sea requerida o
se me es pedida cuando estoy totalmente enfocado sobre una actividad, tarea o
cosa.
Me perdono a mí mismo por aceptarme y permitirme a mí mismo
reaccionar con molestia cuando estoy concentrado y enfocado en una tarea o
actividad, y algo surge en ese momento que requiere o busca mi atención.
Me perdono a mí mismo por aceptarme y permitirme a mí mismo
en los momentos que reacciono con molestia cuando estoy concentrado y enfocado
en una tarea o actividad, querer estar sin molestia alguna, es decir, sin que
surja algo o alguien para sacarme de mi atención y enfoque, sin darme cuenta
que estoy en una realidad de tiempo-espacio en movimiento, y todo lo que existe
a mi alrededor está en movimiento también y es algo que no puedo ‘parar’ en
términos de su movimiento.
Me perdono a mí mismo por aceptarme y permitirme a mí mismo
reaccionar como si fuese una carga, algo difícil en ese momento para mí de
hacer o realizar lo que en ese momento surge, debido a aferrarme a enfocarme y
atender a lo que estoy haciendo en ese momento.
Me perdono a mí mismo por aceptarme y permitirme a mí mismo
reaccionar con pesadez y como si fuese una carga sobre mis hombros cuando
proyecto/imagino en mi mente lo que tengo que hacer, o lo que se me pide hacer,
o tengo que atender a lo que en ese momento busca mi atención, al estar
enfocado y atendiendo a una actividad que estoy realizando en ese momento.
Me perdono a mí mismo por aceptarme y permitirme a mí mismo
crear la reacción de pesadez, carga y dificultad de realizar actividades a
través de resistirme a hacer una tarea, actividad o cosa, en donde en mi mente
imagino/proyecto lo que tengo que hacer y estoy viéndolo dentro del punto de
partida de ‘no querer hacerlo’, donde mi mente lo traduce como ‘resistencia al
hacer/actuar físico’.
Me perdono a mí mismo por aceptarme y permitirme a mí mismo
resistirme al hacer / actuar físico en sí mismo, en lugar de proponerme a mí
mismo hacerlo en otro momento, por ejemplo, pero no creando resistencia al
hacer / actuar mismo que se requiere.
En el momento y cuando me vea reaccionando por tener que
hacer alguna otra cosa que no había considerado, había olvidado o surge en el
momento, me detengo y respiro – me doy cuenta que hay cosas que no he estado
considerando en ese momento, donde me he cerrado a mí mismo, en lugar de darme
cuenta de que siempre existo y los demás saben dónde encontrarme, por así
decirlo, lol. Me comprometo a mí mismo a abrirme a la posibilidad de hacer
otras cosas que no he considerado, he olvidado o surge en el momento a partir
de una evaluación de prioridades, tomando en cuenta todo lo que requiere de mi
atención, cuidado y participación.
En el momento y cuando me vea poniendo y colocando toda mi
atención y enfoque solamente sobre una tarea, actividad o cosa, olvidando que
estoy ahí, presente, me detengo y respiro – me doy cuenta que estoy perdiendo
contacto con mi cuerpo físico, mi presencia que está aquí, y el momento
presente. Me comprometo a mí mismo a traerme inmediatamente de vuelta a mi
cuerpo físico, sintiendo mis dedos, mi cuerpo, viendo mi entorno y entonces
vuelvo a la tarea, actividad o cosa.
En el momento y cuando me vea resistiéndome hacer / actuar
de alguna manera para la realización de alguna cosa que requiera de mi
atención, cuidado o participación, ya sea inmediata o en otro momento, me
detengo y respiro – me doy cuenta que estoy empezando a perder contacto con mi
cuerpo físico, con mi relación ser-cuerpo, e igualmente estoy comenzando a
acumular energía como resistencia al hacer/actuar en lo físico. Me comprometo a
mí mismo a comenzar a actuar / hacer las cosas que he estado conteniendo,
postergando, dejando para otro momento, o simplemente no haciendo, de modo que
comience a fortalecer la relación entre mi ser y cuerpo, a través de movimiento
de uno mismo, decisión, autoridad, dirección en el vivir de mi vida diaria.