Esta publicación es una continuación del blog anterior:
Bueno, después de caminar unos días las experiencias de
pesadez, carga y dificultad, hoy ha llegado el día de purificar y redefinir la
palabra ESFUERZO, porque cuando veo en mi mente las proyecciones, imaginaciones
y pensamientos, al igual que mi narración de mí experiencia personal en
aquellos días que entré en las reacciones de pesadez, carga y dificultad, la
palabra que define / engloba esos momentos de ver algo que tengo que hacer,
considerar hacerlo es la palabra esfuerzo.
A medida que fui caminando momentos / memorias de entrar en
las reacciones previamente dichas a través del perdón, encontré que la manera
en cómo se desarrollan tales reacciones es la siguiente:
--> Pienso / considero / veo / proyecto algo que tengo
que hacer
-->--> Reacciono con un chat mental, por ejemplo
“¿tengo que hacerlo?”
-->-->--> Reacciono con pesadez, carga y / o
dificultad
-->-->-->--> Resisto hacerlo
-->-->-->-->--> Hago el ESFUERZO de hacerlo
Básicamente la palabra esfuerzo, como existe dentro de mí,
es ese ‘empuje’ de mí mismo a hacer algo que de entrada estoy resistiéndolo.
Bien, entonces vayamos al diccionario:
esfuerzo
De esforzar.
1. m. Empleo enérgico de la fuerza física contra algún impulso o resistencia.
2. m. Empleo enérgico del vigor o actividad del ánimo para conseguir algo
venciendo dificultades.
3. m. Ánimo, vigor, brío, valor.
4. m. Empleo de elementos costosos en la consecución de algún fin.
Evidentemente mi definición personal de la palabra esfuerzo
se ajusta a la primera definición del diccionario de la RAE. Es decir, tenemos
la resistencia a hacer algo, y el esfuerzo vendría a ser el empleo energético
de la fuerza física para empujar la resistencia y hacer ese algo.
Luego tenemos la segunda definición, que parece ser más ajustada
a una dimensión mental, a diferencia de la primera que deviene de la dimensión
mental, es decir, la resistencia física deviene de las reacciones a nivel
mental. Entonces, en ésta se podría decir que se emplea energía, como una
reacción sentimental / positiva de motivación y entusiasmo por ejemplo, por
querer lograr algo, y esa energía nos sirve para movernos / empujarnos a lograr
algo, atravesando las situaciones / dificultades que se pueden presentar. Ésta
segunda dimensión se ajusta más a cuando, por ejemplo, estoy estudiando, lo
cual es algo que he resistido casi toda mi vida, donde en la búsqueda de lograr
recibirme en mi carrera, me empujo a estudiar y por lo tanto, empujarme en la
resistencia. Ó cuando estamos terminando un cuatrimestre de clases, y con mis
compañeros decimos “vamos, últimos esfuerzos” tratando de empujarnos y
motivarnos a seguir estudiando.
En conclusión, la palabra esfuerzo, como existe, es un
empuje, empujar la resistencia, como una fuerza contraria que trata de
‘ganarle’ a la resistencia, un juego de polaridad de hecho. La palabra esfuerzo
en mi vida diaria, para la realización de las actividades, sólo me enfoca en la
dimensión física, donde puedo experimentar una resistencia a hacer algo, y me
empujo a la realización de eso, pero la resistencia seguirá ahí, y en la
realización de aquello, estoy considerando que me estoy moviendo, estoy
haciendo lo que resisto simplemente. Y la segunda dimensión de la palabra
esfuerzo, me enfoca en mi mente, donde estoy motivándome / moviéndome a partir
de empujar la resistencia dentro del punto de partida de una reacción
sentimental / positiva. Por lo tanto, no es una palabra que me sirva de apoyo
cuando entro o participo en las reacciones de pesadez, carga o dificultad, o
cuando estoy queriendo hacer algo específico que normalmente no hago, o no
tengo las ganas de hacer.
Necesito una palabra que no empuje como si fuese una
resistencia a la resistencia, sino que pueda hacer la transición de no querer
hacer algo a simplemente hacerlo, sin verlo o experimentarlo como un peso, una
carga o algo dificultoso en mí, y que mi enfoque no sea solamente en la
dimensión física, donde no sólo esté enfocado en cómo me experimento en mi
propio cuerpo; en la experiencia de resistencia o energía de pesadez y sentir
que es arduo o una carga. Tampoco que sea motivado por energía, por
sentimientos y sólo esté mirando hacia mis logros, lo que voy a conseguir si
hago lo que resisto hacer, sino más bien que mi ser esté aquí, presente,
consciente, moviéndome, sabiendo y entendiendo lo que estoy haciendo y por qué
– no motivado por energía, no resistiendo la resistencia.
Ok, exploraré algunas palabras para ver cuáles podrían ser
de apoyo para mí y compartiré en mi próxima publicación.
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