Hoy de camino a
casa me surgió un deseo que se podría decir es casi inútil debido a cómo
prácticamente me llevo a seguir el deseo y lo único que experimento es ‘quiero
seguir haciéndolo’, permaneciendo en ese estado de deseo, que parece como si
estuviese generando más de esta experiencia y que al observarlo, me doy cuenta
que es totalmente inútil esto, ya que en sí puedo darme cuenta que seguir el
deseo sólo genera más deseo y me anclo a la acción con toda esta energía
generándose dentro de mí.
En el momento
que vi en la esquina de mi ojo aquello que me generó deseo, la experiencia de
deseo comenzó como a ‘incrementarse’ y si lo veo en cámara lenta hay una
aceptación por mi parte de que ‘el deseo incrementaría de todas maneras’ porque
es algo que ‘deseo’ y que por tanto ‘éste deseo debería de tener que
experimentarlo sí o sí’.
Al estar alerta
de esto, me paré en ese momento de ‘actuar dentro del punto de partida de
deseo’ y me perdoné a mí mismo por haberme aceptado y permitido a mí mismo que
al experimentar el deseo de ver la calsa que tiene puesta una mujer, querer ver
la calsa que tiene puesta tal mujer u otra mujer, sin darme cuenta que estaba
siendo el deseo como también el miedo a no poder verla mi motivación para yo
ver la calsa que tiene puesta la mujer. Por tanto, aquí continúo con este
punto.
Motivación
Motivación:
Causa o razón de movimiento. Actualmente la razón o causa de movimiento dentro
de mí mismo es la energía en sí misma, es que la experiencia misma se ha
convertido en motivación para actuar, el querer seguir generando más de esta
energía o en su polaridad negativa, estar desmotivado porque ya no podría
experimentar cierta energía.
Me perdono a mí
mismo el haberme aceptado y permitido a mí mismo motivarme a mí mismo a través
de la experiencia del deseo de ver la calsa que tiene puesta una mujer a seguir
generando más energía debido a querer ver la calsa que tiene puesta tal mujer u
otra mujer y que como tal, no es la acción lo relevante de toda la situación,
sino el poder generar más de esta experiencia de deseo, por tanto:
Me perdono a mí
mismo el haberme aceptado y permitido a mí mismo no darme cuenta que la energía
del deseo mismo se volvió mi motivación para seguir el deseo de ver la calsa
que tiene puesta una mujer y la razón por la cual yo tomo acción, me muevo a mí
mismo es debido a energía – es el yo querer experimentar esto, sin darme cuenta
que he hecho mi voluntad dependiente de un sentir o generar alguna experiencia.
Me perdono a mí
mismo el haberme aceptado y permitido a mí mismo tener la voluntad de actuar
sólo si dentro de esa acción voy a experimentar más de esta energía que emergió
dentro de mí o no como motivación, de acuerdo a si me gusta esta energía o no,
sin darme cuenta que la energía en sí ya implica separación de mí mismo y una
limitación en cuanto a lo que realmente puedo vivir, realizar o entender de mí
mismo y este mundo en unicidad e igualdad si la sigo generando y aferrándome a
ella.
Me perdono a mí
mismo el haberme aceptado y permitido a mí mismo motivarme a mí mismo a
separarme a mí mismo más o permanecer dentro de la separación misma al ir tras
la búsqueda de una energía/experiencia, o en su polaridad negativa, el ya no
estar motivado para hacer tal o cual cosa, debido a que ya no está la
motivación como energía debido a ésta haberse ido por los cambios que surgieron
respecto a la acción que tomaba debido a que ya no estaba está experiencia
energética como motivación, sin darme cuenta cómo es que al tomar como
motivación a la energía / una experiencia energética, en realidad no vivía la
motivación como una expresión de mí mismo, sino más bien como una polaridad en
la cual yo me experimentaba para poder alcanzar cierta experiencia.
Me perdono a mí
mismo el haberme aceptado y permitido a mí mismo ser mi motivo de actuar o no
lo que experimento dentro de mí mismo como energía, definiendo que quién yo soy
en este momento es lo que yo creo ser en y como esta experiencia energética a
través de los pensamientos y comportamientos que he asociado a esta energía,
que entonces se vuelve la energía un estimulador de pensamientos y
comportamientos, los cuales me definiré de acuerdo a ‘lo que me motiva a hacerlo’,
que es en sí la energía que estoy experimentando dentro de mí, sin darme cuenta
que puedo cambiar mi motivación, es decir, la dirección por la cual comenzaré a
moverme a mí mismo, esa voluntad de actuar hacia aquello que yo mismo defina
como ‘mi motivación’.
Me perdono a mí
mismo el haberme aceptado y permitido a mí mismo motivarme a mí mismo a hacer
algo de acuerdo a las expectativas de la experiencia energética / energía que
podría sentir / experimentar si lograba o alcanzaba lo que con mis acciones
estaba tratando de conseguir, usando las expectativas de ciertos deseos,
querencias y necesidades satisfechas como motivación para generar pensamientos
y conductas que me lleven a lograr satisfacer mis expectativas, sin darme
cuenta que en las expectativas lo que es relevante para mí es la experiencia
que pueda tener a través de lo que espero conseguir, ya que las acciones o el
resultado que busco es en sí la validación de la experiencia, en lugar de
apoyarme y asistirme a mí mismo a vivir palabras como expresiones de mí mismo y
entonces soy yo haciendo esto como una expresión de mí mismo y esa sería mi
motivación para actuar o hacer algo en sí por ejemplo.
Redefiniendo
Motivación
En el momento y
cuando me vea siendo motivado por energía para moverme, actuar o pensar – me
detengo y respiro. Me doy cuenta que mi motivación todo este tiempo ha estado
alineado a generar energía, a permanecer en una experiencia emocional o
sentimental, debido a aferrarme a mis intereses propios, eso implica que mi
motivación ha sido la separación, la limitación de una experiencia, los
pensamientos que pueden emerger como yo dentro de y como tal experiencia, los
comportamientos – por tanto:
Me comprometo a
mí mismo a motivarme a mí mismo a darme nacimiento a mí mismo como la vida
desde lo físico, por lo tanto, hacer todo lo que implica el darme nacimiento
como la vida desde lo físico.
Me comprometo a
mí mismo a revertir mi motivación, es decir mi razón o causa de moverme, por
ejemplo: desde la separación hacia la unicidad e igualdad, desde la energía
hacia la estabilidad, desde la búsqueda de una experiencia hacia el vivir
palabras como expresiones de mí mismo, desde el interés propio y la espera de
la validación de una experiencia o definición como problema hacia el sentido
común y practicalidad como la solución – y así ir dirigiendo y creando lo que
quiero vivir por mí mismo en mi vida, motivándome a mí mismo y teniendo la
voluntad propia de hacerlo.
Me comprometo a
mí mismo a alinear mi motivación propia al potencial que tengo para convertirme
en vida, por ejemplo: me doy cuenta que mi mente es un contenedor de memorias
dentro de las cuales se encuentra cierta información como las decisiones y
experiencias que tuve a lo largo de mi vida y que al momento en el que aquí
enfrente una situación donde en el pasado tuve una reacción que no dirigí, ésta
volverá a emerger y quizás con más energía, por lo tanto, me motivo a mí mismo
a ver cómo puedo prevenir esta situación, como también investigar la razón de
mis reacciones en cierta situación para esclarecer mi punto de partida, mis
aceptaciones y permisos y así determinar quién soy en tal situación, qué acepto
y permito y qué no.
Cómo vivir
Motivación Prácticamente
Cuando me
encuentro dentro de una reacción, me motivo a parar la reacción, a empujarme a
mí mismo a dirigir la situación y la posibilidad de crearme a mí mismo a la vez
si me es posible, a establecer directamente una solución en tiempo real y anclarme
a ella, investigar la reacción luego y aplicar perdón a uno mismo sobre los
puntos que sean requeridos.
Cuando me
encuentro en una situación donde tengo una reacción de cansancio, y en realidad
quiero seguir haciendo mis tareas, me apoyo y asisto a mí mismo a físicamente
estar cómodo o poder seguir haciendo mi actividad, ya que tengo el potencial de
seguir en ello, y asegurarme de que el cansancio mental y/o físico creado por
mi mente no sea mi motivación, sino mi potencial del momento o lo que en
realidad quiero hacer (lo cual está alineado a mi potencial de vida).
Cuando llego a
una realización, ver cómo puedo expandir la realización en las distintas
dimensiones, circunstancias, aspectos, entre otros.
Cuando me encuentro
queriendo llegar a una experiencia o validar cierta experiencia, me motivo a mí
mismo a ver cómo puedo vivir las palabras o aquello que quiero alcanzar como
una expresión de mí mismo.
Cuando desconozco
mis capacidades o habilidades físicas, me propongo a probar actividades o cosas
para comprobarlas y así desarrollarlas.
Desarrollar las
habilidades, talentos y capacidades que sé que tengo de maneras que sean de
apoyo y asistencia para mí y para otros.
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