A lo largo de mi vida, mis días se han estructurado (en la semana) de acuerdo a la escuela, colegio y ahora de acuerdo a la facultad, es decir que la única cosa que tiene mayor valor durante la semana es la facultad, es algo que no podría faltar porque es como el propósito del día asistir a clases y es la base con la cual me organizo en el día, es decir tengo ‘las actividades que hago antes de ir a clases’ y ‘las actividades que realizo después de clases’.
Cuando no tengo clases
me digo “¡Yuju! Tiempo libre; ¡tiempo para mí!”, y es cuando desorganizo mi
día, es decir, comienzo a pensar en qué cosas me gustaría invertir mi tiempo,
qué me gustaría hacer basado en la experiencia que esa actividad o cosa he
conectado y por tanto la experiencia que genero dentro de mí mente y cuerpo. Es
interesante esto, porque solía manipularme a mí mismo por medio de la energía
positiva, o sea: primero pienso “tiempo libre, ¡oh sí! ¡Puedo hacer lo que
quiera!”, luego emergería este entusiasmo por poder hacer lo que quiera sin
algo que esté ‘obligado’ a hacer, y de repente me llenaría de toda esta energía
positiva/entusiasmo y comenzaría a pensar en aquellas cosas que ‘la paso bien’,
‘me entretengo’, ‘me relajan’, ‘me sacan de la realidad por un momento’, ‘no
tengo que pensar en mí o acerca de mí’, es como una manera de relajación, de no
entrar en experiencias pesadas como el aburrimiento, estrés, cansancio, miedo,
es decir esas cosas que experimento y a las que reacciono cuando se trata de
estudiar, aprender, hacer tareas, entregar trabajos, es decir el ‘tiempo
libre’, ese momento donde no hay organización de actividades y sólo hago lo que
me plazca, lo que considere que me relaja y me saca de mis propias
responsabilidades y obligaciones – ¡es momento de eso! ¡Sí, tiempo libre!
Por otro lado, cuando
realmente decido estructurar mis días, ya no basado en la facultad, sino en lo
que yo decidí hacer/realizar como actividad, responsabilidad u obligación
propia, decidida por mí, no ya por un sistema educativo al que tengo que
responder como un ‘derecho’ al cual tengo ‘obligaciones’ que extinguir – estas
responsabilidades y actividades que me propuse están más relacionadas a mi
propia expansión personal; el hacer introspección, aprender inglés, traducir, responsabilidades
de casa, es decir todas estas actividades que me he propuesto, a las cuales
creé un propósito…cuando estoy caminando mi día basado en esta nueva
estructuración hecha por mí, surgen estos pequeños momentos donde pienso en
“¡tiempo libre!”, “hombre, ¡un descanso!”, “¡es hora de entretenimiento!”,
inmediatamente estoy sobrecogido por este deseo de tener algo de relajación,
salirme de mi propia realidad, dejar de hacer actividades que requieren
esfuerzo y atención.
La actividad que ha
permanecido, dentro de este contexto, es el jugar videojuegos. Muchas veces
durante el día al moverme de una actividad hacia la otra me imagino jugando con
mi hermano a la Play un partido en el FIFA y emerge este deseo por hacerlo,
este deseo por ganarle un partido, o varios, lol. Otro videojuego que también
he deseado jugarlo es el Pokemon HeartGold, éste más relacionado a mi
adolescencia, mi deseo por un remake del juego Pokemon Oro para poder jugarlo
como se debe, es decir alcanzar la meta de ser un ‘maestro pokemón’ y sin
apuros, ya que anteriormente me enfocaba más en ganar a todos rápidamente y no
disfrutaba del juego de esa manera.
En el próximo post
comenzaré con perdonar la primera dimensión relacionada al Tiempo Libre.
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