Finalicé mi tiempo de exámenes. Terminé este tiempo con una materia aprobada, después de una serie de “no quiero rendir”, “no quiero estudiar”, “ya no es como antes” “no quiero esforzarme para hacer esto, no soy el de antes”, “es demasiado”, “me cuesta mucho” y no presentarme/desinscribirme materias, decidí que sí o sí ‘Neuroanatomía y neurofisiología’ me la iba a sacar, y en lugar de mirar a estas razones y excusas y justificaciones de no dar ese esfuerzo para estudiarla, aprenderla y rendirla, sólo me di más tiempo para estudiarla, y me esforcé en recordar y aprender.
Lo
que usualmente hago en épocas de exámenes es dejar muchas responsabilidades de
lado para enfocarme más en estudiar, eso implica responsabilidades del hogar
como limpieza, lavar ropa, planchar; responsabilidades conmigo mismo en mi
relación conmigo mismo tal como la escritura, el perdonarme y el corregirme a
mí mismo, explorarme, conocerme más, descubrir y romper patrones mentales y
físicos, responsabilidad diaria de, en tiempo real, estar consciente de mí
mismo, qué está emergiendo y dirigiendo la realidad.
Ahora,
me he extendido un poco con la época de exámenes y realmente no quería
estudiar, y me dejé llevar por la experiencia y por mis propios pensamientos y
he tenido varias comprensiones de esta situación.
Una
comprensión que yo destacaría es: en cada caída, no importa cuántas veces caes,
lo importante es ver por qué uno cae, y en el proceso observar cada detalle de
ello, porque en cada caída hay un punto o varios puntos nuevos que se abren,
que también llevan a la comprensión de uno mismo, y acerca del proceso, por
supuesto, si es que uno se pone a observarlo realmente.
Durante
este tiempo he estado ‘sumergiéndome’ más en mi mente, es decir, los pensamientos
emergerían, por ejemplo, no querer hacer una actividad, o querer ir a visitar a
mi novia, o querer hacer algo realmente irrelevante, y tendría una pequeña
reacción, una pequeña sensación que vendría junto con el pensamiento de, ya
sea, sentirme que no quiero hacer la actividad, o deseos de hacerlo, entretenerme
en algo. Y debido a la época de exámenes donde no asumiría la responsabilidad
de detenerme a cuestionar mis pensamientos, de ver de dónde vienen, de ver la
experiencia y realmente darme claridad, tomar decisión y caminarla
inmediatamente con estabilidad y sentido común – en su lugar, yo no
cuestionaría el pensamiento, la emoción o el sentimiento simplemente lo
sentiría y si le daba cuerda al pensamiento, la emoción o el sentimiento
seguiría acumulándose, y la próxima vez que la situación gatillara el
pensamiento, la emoción o el sentimiento vendría más fuerte, yo estaría más
involucrado en mis pensamientos y así fue cómo me convertí en este tiempo, en
un robot orgánico, solamente siguiendo pensamientos, sentimientos y emociones.
Me
pareció una experiencia muy interesante y ver esto, también – porque lo que
noté es que mientras más seguiría pensando, seguiría
reaccionando/sintiendo sentimientos y emociones dentro de mis pensamientos, más
me perdería a mí mismo y ‘los principios por los que yo me cuestionaría, me
movería, y cambiaría’ no estarían allí ya, porque el principio cambiaría a ‘haz
lo que te hace sentir mejor’, ‘manipula, engaña, controla no importa qué, vas a
tener lo que quieres’, es decir yo vería cómo me manipularía y trataría de
manipular a otros, yo vería cómo querría tomar control y engañar a otros, y lo
permitiría, porque estaba dentro de lo que ‘yo quería’, es decir, pensaba en
cosas, deseaba cosas, temía cosas y realmente me di cuenta ese mismo punto, que
mientras más participas en pensamientos y, si éste lleva ligado una emoción o
sentimiento, entonces la energía se acumularía y el pensamiento se apoderaría
de ti, lo que en tu ambiente externo o el recordar cierto punto haría es
gatillar los pensamientos específicos, o las memorias específicas, las
emociones y sentimientos estarían activados en tu cuerpo, y todo lo que has
conectado a eso que activó los pensamientos y emociones y sentimientos dentro
de ti activaría más pensamientos, comportamientos, motivaciones, propósitos,
razones y acciones.
Entonces,
yo realmente sugiero comenzar a cuestionar tus pensamientos, comenzar a
considerar que no importa cómo se sienta tal pensamiento, puedes perdonar la
emoción, puedes perdonar el sentimiento, puedes volver a mirar al pensamiento,
ver qué dice de ti mismo el pensamiento, perdonarte por lo que te has
convertido por convertirte o encarnar tales pensamientos, emociones y
sentimientos en tu realidad, en tu cuerpo, y me di cuenta que no importa cómo
se sienta el tener que ver ciertos pensamientos (imágenes, imaginaciones,
memorias, posibilidades futuras, el pasado, tus ideas, tus creencias, tus
miedos, tus deseos), realmente si los ves directamente, quitas el sentimiento o
emoción con el perdón y miras los pensamientos con principios de vida, es
decir, realmente puedes cambiarte a ti mismo, porque eso que ligaste a tal
pensamiento como emoción o sentimiento, se disipa, y puedes pensar otras
posibilidades, puedes escribir otras posibilidades y entonces no se ve tan ‘malo’
o tan ‘bueno’ lo que pensabas al principio con esta otra forma de pensar
estructurado con principios de vida o con otra mirada al asunto, porque en
cierta manera tú decides qué vas a encarnar, qué pensamientos y tu punto de
partida determinará igualmente, qué decides encarnar y por qué.
Sí,
toma tiempo este proceso de escribir/hacer introspección, perdonarte,
comprender y cambiar, pero realmente lo vale – esto te permite tomar control de
tu vida de nuevo, para que no seas dirigido ya por el interior, sino que tú
dirijas el interior y el exterior, uno e igual.
Recuerda, esto es totalmente deliberado, tú decides qué hacer y qué no hacer para apoyarte y asistirte a dirigir tu vida.
En
el siguiente post continúo con el punto de control que había dejado. Muchas gracias.
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