sábado, 11 de octubre de 2014

Día 266 - ¿Cuándo el perdón a uno mismo es real?

Este post es una continuación de:
Continuaré en el próximo post abriendo el punto de partida…

Ayer se abrió en mi proceso una nueva dimensión en relación a mi aplicación del perdón a uno mismo específicamente. Se abrió una nueva dimensión significa que me torné consciente de un punto que requiero de dirigir. Ok, lo que me di cuenta es que cada vez que encuentro un punto como una reacción emocional o de sentimientos que emerge junto con mis pensamientos, chat mental, proyecciones, culpa, o cualquier punto que fuese, yo me daría cuenta de que estoy reaccionando, y cuando veo el punto, esa parte de mí que reaccionó, luego de ese momento de intimidad yo haría el perdón a uno mismo, y sentiría dentro de mí como este apuro por realizarlo, por hablar las palabras y una vez habladas creería que ya está hecho, ya perdoné el punto y ya está, pero luego, al siguiente momento volvería a ocurrir lo mismo, otra vez me encuentro en lo mismo, otra vez estaría reaccionando a tal intensidad que ‘actuaría’ como esta parte de mí/personalidad que está reaccionando. Ok, eso vi que ocurrió durante estos meses, y en estos días comencé la aplicación de ‘parar’ dentro de mí mismo y luego perdonarme a mí mismo, y lo que comencé a experimentar fue como una ‘desconexión’ al parar, fue como si yo fuese esta consola de videojuegos que jugaba cuando era chico, y quitara el casete/juego puesto en la ranura de la consola, donde entonces desconectaría el programa/esa parte de mí y esto sería como dentro de mí quitarlo deliberadamente, eso sería como ‘parar’ el punto/programa/personalidad/pensamiento/reacción, pero luego cuando la situación se me presenta donde tengo que cambiar, yo tendría esta elección de si volver a colocar/conectar el casete/juego/programa/pensamiento a mí/la consola de videojuegos o no, y a veces debido a la energía acumulada que estoy experimentando, deliberadamente lo volvería a conectar/colocar para seguir el programa.


Ahora, con el perdón a uno mismo, me di cuenta que en realidad no he estado perdonándome a mí mismo de verdad y genuinamente, porque mi punto de partida todavía estaría alineado a mi propio interés, alguna idea, alguna creencia, alguna experiencia, alguna expectativa, alguna esperanza – entonces el perdón a uno mismo funcionaba más como este desconectar por un momento el programa para luego, si todavía mi atención estaba en el punto, si todavía algún punto de interés emergía, si la energía todavía estaba allí, volvería a conectarlo y seguiría funcionando el programa.

"Cómo sabes que te apoyas efectivamente con el Perdón a Uno Mismo? Es decir, que te estás transformando a ti mismo y estás dando los pasos en honestidad como uno mismo? porque PUEDES hacer y escribir el perdón a uno mismo tanto como quieras, PERO si no se da lugar al CAMBIO REAL, NO ES REAL. Tú no estás en realidad cambiándote a ti mismo, no estás haciendo ninguna decisión correctiva-directiva que esté en relación a lo que es mejor para todos, y por lo tanto estás perdiendo tu tiempo." – Bernard Poolman

Entonces hay dos dimensiones que voy a abrir:

-Por qué es que yo desconectaría por un momento el punto para luego volverlo a conectar?

Lo que encuentro interesante es que cuando yo ‘paro’, estoy parando por un momento, y cada momento de parar se convierte en una acumulación de momentos donde yo ‘estoy parando’, yo estoy viviendo el parar momento a momento, pero mi movimiento de ‘parar’ no es una decisión real de parar, porque en cuanto la situación amerita a mi interés, el interés que estoy ‘parando’, yo reaccionaría y me permitiría continuar dentro de tales pensamientos y así comportamiento y acciones relacionados.

¿Cuál es el principio aquí entonces? El principio es si una energía emergería dentro de mí mismo, esta tendría la capacidad de moverme y dirigirme sin cuestionarlo, sin principios de vida, es decir, cuando uno entra en una reacción/en la mente, no hay principios de vida allí, una vez que se activa esa parte de mí/personalidad, no hay principios, sólo esta información/pensamientos/ideas/creencias/percepciones como dirección. Por tanto, me doy cuenta que no he establecido una aplicación práctica para apoyarme y asistirme a mí mismo cuando me encuentro en reacciones y pensamientos, sea cuales fueran éstos.

-Por qué es que yo perdonaría y volvería a caer?

Mi perdón no era una verdadera, real y genuina liberación, era un momento de represión en realidad. Mi perdón no estaba en realidad siendo lo íntimo suficiente tampoco por la falta de expandir los puntos que se abrieron para entenderme y conocerme y así perdonar por mis aceptaciones y permisos.

¿Por qué una represión? Porque en realidad no paraba el punto, no dejaba ir/liberaba el punto, sino que lo escondía en las profundidades de mí mismo donde no estaría consciente para cuando sea el momento donde éste se activaría, volvería a emerger y permitiría que tome el control al punto donde el programa/pensamiento/reacción tomaría mi principio rector. Entonces, esto me muestra que en realidad no estuve perdonando, todavía estoy aferrándome a una parte de mí, ocultándola/suprimiéndola/reprimiéndola para no parar y dejar ir/liberar esa parte de mí mismo y tomar esa sustancia que he puesto en esos pensamientos/reacciones/programas para sustanciar soluciones prácticas que sean lo mejor para todos.

En el próximo post caminaré perdón a uno mismo, declaraciones correctivas y aplicación correctiva que aplicaré para el verdadero y real cambio práctico en mi vida.

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