Continúo
compartiendo más acerca de mi proceso de duelo de una relación pasada:
En mi
próxima publicación compartiré algunas de las cosas que he estado reprimiendo y
que han surgido gracias al apoyo de algunas personas.
Lo
que tomo en consideración para poder dejar ir cada punto mental relacionado a
mi pasada relación, es, lo que se comparte en muchas entrevistas; cuando estás
lidiando con reacciones y pensamientos que no puedes encontrar la fuente, que
no sabes el porqué están allí merodeando o te encuentras atascado de una u otra
manera: pide asistencia y apoyo.
He
compartido los pensamientos que tenía, las reacciones que tenía, lo que a mí
parecer eran el motivo o propósito de estos y contexto – lo cual al principio
surgió como una red de razones, motivos y propósitos de estos pensamientos,
porque tenía distintas energías/emociones y sentimientos ligados, así que
primero abrí la red y me enfoqué en una energía prominente a la vez, y a medida
que iba entrando en detalle en cada una de las energías y pensamientos,
perdonaba, llegaba a la realización y me comprometía a corregirme a mí mismo,
darme dirección. Así hasta que quedaron ciertos pensamientos dando vuelta por
mi mente, y me era un poco más difícil encontrar la fuente de éstas por no
poder detectar movimientos dentro de mi cuerpo físico al emerger o pensarlos
deliberadamente.
Entonces,
compartí esos puntos con mi novia actual. Ella es muy sensible a los cambios
físicos que tengo, así que ella notaría rápidamente cuando algo me sucede. Con
ella abrimos algunos puntos y, de acuerdo a las distintas cosas que compartí
acerca de mi pasada relación, ella me sugirió que haga una carta dirigida hacia
ella, escribiéndole las cosas que no le dije, las que quería decirle, a manera
de despedida. Este método ha sido muy interesante aplicar. Lo que noté es que
no tenía mucho que decirle, en términos de algo que ella no sepa, ya que cuando
rompimos había dejado expuesto los motivos de la ruptura, así que lo que salió
a la luz en esa despedida fue que tenía un fuerte sentido de pertenencia, de
que ella me pertenecía y yo tenía que estar para ella, como no queriendo correrme
del lugar de novio y tampoco querer cederlo a nadie.
En
mis caminatas por la tarde yo abría los puntos que iban emergiendo al respecto,
los perdonaba hasta encontrar un punto de claridad y realización, y luego me
comprometía a aplicar una corrección y el parar mi participación en tales
pensamientos e imaginaciones. Así que tenía esta ‘estructura’ para caminar el
duelo, abriendo distintos puntos, liberando la energía, llegando a la
realización y, parar y cambiar.
Hace
unos días me habló una amiga mía preguntándome cómo estoy y cómo lo llevo a
este proceso de haber terminado con mi pasada relación. En ese momento compartí
lo que actualmente es mi proceso, es decir, los pensamientos que rondan en mi
mente y mi manera de ver a estos pensamientos y fue muy interesante lo que ella
hizo, porque yo le estaba diciendo que había llegado a la conclusión de que
estos pensamientos emergen por el sentido de pertenencia que yo tenía hacia C,
y ella tradujo esa experiencia mía en palabras muy específicas, en el blanco.
Voy a compartir las palabras que ella me dijo:
“Creo
que el problema, según lo que me contaste, es lo de la pertenencia. Tienes que
entender que ya no es más tu novia, ya no está más bajo tu cuidado, protección,
cariño. Ya no tienes ningún "poder" o "derecho" (por
llamarlo de alguna manera) sobre ella y ya cualquier otra persona tiene
accesibilidad a ella. Pero no vos, y cualquier otra persona tiene derecho a ocupar
el lugar que vos ocupaste. Pero no vos. Eso es lo difícil de cortar con alguien.”
Esto
cuando lo leí, sentí que era justamente lo que estaba perturbándome, la parte ‘negativa’
de tener que dejar ir el sentido de pertenencia, más relacionado a ‘otro ocupar
mi lugar’, ‘otro hacer lo que yo había considerado ser el único capaz de ocupar
tal lugar.
Ese
día salí a caminar y a abrir este punto, la dimensión de ‘ya no ocupar ese
lugar’. Lo que recordé, cuando comencé a abrir el punto, son imaginaciones que
yo había creado en mi mente acerca de experiencias que yo le había pedido que
me cuente de sus relaciones pasadas, y cuando las recordaba y hablaba las
palabras en voz alta comencé a sentir ansiedad y miedo, y me sentía con ganas
de escapar, de sacar eso de mi consciencia/atención y enfoque, así que entendí
que todavía había puntos sobre mi pasada relación que estaban haciendo ruido en
mi mente, y no solamente eso, sino que había mantenido reprimido por bastante
tiempo esos puntos. Los abrí y me enfrenté con la energía del miedo y la
ansiedad, y había un momento en el que comencé a sentir mis brazos débiles,
como sin fuerzas cuando reproducía en mi mente una imaginación muy particular.
Por la experiencia física que experimentaba y las interpretaciones acerca de la
imaginación que había creado, definí esta experiencia como impotencia.
En
este proceso me enfrenté con el miedo y la ansiedad de que una relación mía
haya estado con otras personas, otra persona haya ocupado mi lugar y también
logré definir una experiencia que había estado indefinida por mucho tiempo, la
cual es la impotencia – estos son los regalos que tuve al caminar el proceso –
soy consciente de que suelo escapar o no avanzar cuando reacciono con miedo y
que tiendo a empujarme más a un punto cuando reacciono en ansiedad, y cuando me
siento débil a nivel físico, sin el motivo de haber hecho actividad física dura
alguna, es impotencia.
Otro
punto que también me di cuenta en el proceso de confrontar con mi mente y el
pasado de mi pasada relación, es ‘quien era yo’ con respecto al pasado de mi
exnovia: yo era miedo, ansiedad e impotencia – escapaba de esto, lo negaba y
deliberadamente lo ignoraba. Ahora puedo entender lo que significa la pregunta
¿quién eres en relación a X persona, emoción, situación, contexto, momento, pensamientos,
etc...?
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