domingo, 13 de marzo de 2016

Alcohol y Relaciones de una sola Noche - Día 310

Me perdono a mí mismo el haberme aceptado y permitido a mí mismo crear el deseo de tener sexo casual al haber tomado alcohol.

Me perdono a mí mismo el haberme aceptado y permitido a mí mismo desear tener sexo con una mujer que veo físicamente y juzgo de atractiva y sensual, al haber tomado alcohol.

Me perdono a mí mismo el haberme aceptado y permitido a mí mismo pensar en tener sexo con una chica sólo por verla atractiva y sensual físicamente, sin considerar que si yo definiera el sexo, lo que el sexo significa para mí: va más allá de una experiencia de una sola noche – esto significa intimidad con otra persona, significa confiar en otra persona, es decir dentro del sexo hay palabras que puedo vivir que son profundas, no es algo superficial como lo son mis condiciones bajo el deseo de tener sexo casual, por lo tanto:

Me perdono a mí mismo el haberme aceptado y permitido a mí mismo fantasear con tener sexo casual con una mujer, y crear distintos contextos y situaciones en mi mente de cómo este sexo podría ser, en la creencia de que al ser ‘distintas’, ya sea la ropa, el lugar o la persona van a generarme distintas experiencias, ligando a través del fantaseo distintos sentimientos a estos ‘contextos y situaciones’. Dentro de esto:

Me perdono a mí mismo el haberme aceptado y permitido a mí mismo desear tener sexo casual con una mujer, en distintos contextos y situaciones, por haber proyectado y ligado en estas fantasías de sexo casual distintos sentimientos, sin darme cuenta que si realmente me sitúo en esos contextos y situaciones físicamente con una mujer, lo que voy a experimentar va a ser: la textura de la piel, ropas y el lugar donde estemos posicionados, la temperatura del ambiente y de los cuerpos, la luz / efectos del ambiente, etc. es decir, son sensaciones físicas de las que NO DEPENDEN de un contexto o situación específica, por ejemplo, estas cosas no dependen de que el sexo sea casual, ni de que la experiencia sea después del flirteo o estar bajo efectos de una droga.

Me perdono a mí mismo el haberme aceptado y permitido a mí mismo no ver, entender y darme cuenta que he buscado el sexo casual porque había fantaseado con esto, había proyectado y ligado a situaciones y contextos y al sexo casual sentimientos de que sería genial, satisfactorio, placentero.

Me doy cuenta de que si libero la energía del deseo sexual, si realmente me estabilizo y me arraigo a mi cuerpo físico y veo en honestidad COMO el ser que soy y no en honestidad como mi mente: yo no quiero sexo casual, yo quiero crear una relación de apoyo y asistencia, quiero crear una relación estable, yo quiero crear un acuerdo y quiero vivir y experimentar eso.

Me comprometo a mí mismo a, cada vez que emerja el deseo a tener sexo casual, perdono y libero esta energía de deseo, ya que ésta energía obnubila mi ser y pierdo mi capacidad de discernimiento, mi capacidad de tomar decisiones que sean lo mejor para todos en contextos de conocer mujeres, salir con mujeres.

Me comprometo a mí mismo a, cada vez que emerjan pensamientos y fantasías en mi mente de tener sexo casual, tomo un respiro profundo y me traigo de nuevo al contexto o situación en la que me encuentro, y me enfoco en qué estoy expresando / viviendo en el momento y asegurarme de estar conscientemente viviendo palabras / expresándome a mí mismo.

Me comprometo a mí mismo a apegarme a la decisión que tomé de caminar una relación con A.

Sugiero que no te comprometas al sexo casual si solamente lo deseas y buscas para experimentarlo, esto te despega de tu cuerpo y te lleva a distintos ‘viajes’ por tu mente. Realmente considera qué significa el sexo para ti, y qué significa para ti en el contexto de las relaciones. Para esto debes tomar un respiro y estabilizar tu cuerpo, estar realmente desacelerado y tranquilo, y hacerte esa pregunta: ¿qué significa el sexo para mí? Si emerge contenidos sexuales con energía – problema. Entiende, tienes que dejar ir todo esto para realmente ver quién eres tú en relación al sexo, y si no lo tienes claro, sugiero que lo definas por ti mismo.

lunes, 7 de marzo de 2016

Viejas Heridas: Duelo, Sentido de Pertenencia y lo Reprimido - Día 309

Continúo compartiendo más acerca de mi proceso de duelo de una relación pasada:
En mi próxima publicación compartiré algunas de las cosas que he estado reprimiendo y que han surgido gracias al apoyo de algunas personas.


Lo que tomo en consideración para poder dejar ir cada punto mental relacionado a mi pasada relación, es, lo que se comparte en muchas entrevistas; cuando estás lidiando con reacciones y pensamientos que no puedes encontrar la fuente, que no sabes el porqué están allí merodeando o te encuentras atascado de una u otra manera: pide asistencia y apoyo.

He compartido los pensamientos que tenía, las reacciones que tenía, lo que a mí parecer eran el motivo o propósito de estos y contexto – lo cual al principio surgió como una red de razones, motivos y propósitos de estos pensamientos, porque tenía distintas energías/emociones y sentimientos ligados, así que primero abrí la red y me enfoqué en una energía prominente a la vez, y a medida que iba entrando en detalle en cada una de las energías y pensamientos, perdonaba, llegaba a la realización y me comprometía a corregirme a mí mismo, darme dirección. Así hasta que quedaron ciertos pensamientos dando vuelta por mi mente, y me era un poco más difícil encontrar la fuente de éstas por no poder detectar movimientos dentro de mi cuerpo físico al emerger o pensarlos deliberadamente.

Entonces, compartí esos puntos con mi novia actual. Ella es muy sensible a los cambios físicos que tengo, así que ella notaría rápidamente cuando algo me sucede. Con ella abrimos algunos puntos y, de acuerdo a las distintas cosas que compartí acerca de mi pasada relación, ella me sugirió que haga una carta dirigida hacia ella, escribiéndole las cosas que no le dije, las que quería decirle, a manera de despedida. Este método ha sido muy interesante aplicar. Lo que noté es que no tenía mucho que decirle, en términos de algo que ella no sepa, ya que cuando rompimos había dejado expuesto los motivos de la ruptura, así que lo que salió a la luz en esa despedida fue que tenía un fuerte sentido de pertenencia, de que ella me pertenecía y yo tenía que estar para ella, como no queriendo correrme del lugar de novio y tampoco querer cederlo a nadie.

En mis caminatas por la tarde yo abría los puntos que iban emergiendo al respecto, los perdonaba hasta encontrar un punto de claridad y realización, y luego me comprometía a aplicar una corrección y el parar mi participación en tales pensamientos e imaginaciones. Así que tenía esta ‘estructura’ para caminar el duelo, abriendo distintos puntos, liberando la energía, llegando a la realización y, parar y cambiar.

Hace unos días me habló una amiga mía preguntándome cómo estoy y cómo lo llevo a este proceso de haber terminado con mi pasada relación. En ese momento compartí lo que actualmente es mi proceso, es decir, los pensamientos que rondan en mi mente y mi manera de ver a estos pensamientos y fue muy interesante lo que ella hizo, porque yo le estaba diciendo que había llegado a la conclusión de que estos pensamientos emergen por el sentido de pertenencia que yo tenía hacia C, y ella tradujo esa experiencia mía en palabras muy específicas, en el blanco. Voy a compartir las palabras que ella me dijo:

“Creo que el problema, según lo que me contaste, es lo de la pertenencia. Tienes que entender que ya no es más tu novia, ya no está más bajo tu cuidado, protección, cariño. Ya no tienes ningún "poder" o "derecho" (por llamarlo de alguna manera) sobre ella y ya cualquier otra persona tiene accesibilidad a ella. Pero no vos, y cualquier otra persona tiene derecho a ocupar el lugar que vos ocupaste. Pero no vos. Eso es lo difícil de cortar con alguien.”

Esto cuando lo leí, sentí que era justamente lo que estaba perturbándome, la parte ‘negativa’ de tener que dejar ir el sentido de pertenencia, más relacionado a ‘otro ocupar mi lugar’, ‘otro hacer lo que yo había considerado ser el único capaz de ocupar tal lugar.

Ese día salí a caminar y a abrir este punto, la dimensión de ‘ya no ocupar ese lugar’. Lo que recordé, cuando comencé a abrir el punto, son imaginaciones que yo había creado en mi mente acerca de experiencias que yo le había pedido que me cuente de sus relaciones pasadas, y cuando las recordaba y hablaba las palabras en voz alta comencé a sentir ansiedad y miedo, y me sentía con ganas de escapar, de sacar eso de mi consciencia/atención y enfoque, así que entendí que todavía había puntos sobre mi pasada relación que estaban haciendo ruido en mi mente, y no solamente eso, sino que había mantenido reprimido por bastante tiempo esos puntos. Los abrí y me enfrenté con la energía del miedo y la ansiedad, y había un momento en el que comencé a sentir mis brazos débiles, como sin fuerzas cuando reproducía en mi mente una imaginación muy particular. Por la experiencia física que experimentaba y las interpretaciones acerca de la imaginación que había creado, definí esta experiencia como impotencia.

En este proceso me enfrenté con el miedo y la ansiedad de que una relación mía haya estado con otras personas, otra persona haya ocupado mi lugar y también logré definir una experiencia que había estado indefinida por mucho tiempo, la cual es la impotencia – estos son los regalos que tuve al caminar el proceso – soy consciente de que suelo escapar o no avanzar cuando reacciono con miedo y que tiendo a empujarme más a un punto cuando reacciono en ansiedad, y cuando me siento débil a nivel físico, sin el motivo de haber hecho actividad física dura alguna, es impotencia.

Otro punto que también me di cuenta en el proceso de confrontar con mi mente y el pasado de mi pasada relación, es ‘quien era yo’ con respecto al pasado de mi exnovia: yo era miedo, ansiedad e impotencia – escapaba de esto, lo negaba y deliberadamente lo ignoraba. Ahora puedo entender lo que significa la pregunta ¿quién eres en relación a X persona, emoción, situación, contexto, momento, pensamientos, etc...?

domingo, 6 de marzo de 2016

Viejas Heridas: Duelo y la Mirada Holística - Día 308

Esta publicación es continuación de una serie de blogs tituladas ‘Viejas Heridas’, la anterior fue:

Durante este proceso de ‘duelo’ por haber terminado mi pasada relación estuve definiendo, redefiniendo y viviendo palabras que había separado de mí mismo y había ligado a mi ex-relación.


Después de mis últimos exámenes, teniendo mi mente con ‘más espacio’ para ocupar en otras cosas, comencé a pensar en ella…los pensamientos eran muy variados y de distintos tipos, así que supuse que había reprimido, negado y simplemente había estado ignorando las sensaciones que me había dejado esa relación de casi 3 años…surgieron pensamientos de deseo sexual ligados a ella, deseos de querer verla, y estos tenían una carga muy fuerte, sin embargo yo había creado en mí la suficiente consciencia de la situación, la suficiente claridad para no dejarme entregar de lleno a estas experiencias, aunque sí estuve participando físicamente de maneras mínimas en estas reacciones y pensamientos al caminar en lugares donde ‘solíamos transitar’ o lugares que ‘podría encontrarla’ con la esperanza de encontrarla. Estas reacciones requerían inmediata liberación y los pensamientos ligados requerían inmediata dirección, por tanto paré mi participación en los niveles más superficiales, o sea esto paró de ocupar mi mente y la energía de deseo se calmó, pero a nivel físico yo notaba que había una automatización en la dirección cuando salía a caminar o pequeños pensamientos que estaban dirigiendo los momentos más grandes como toda la caminata, o preguntarle a alguien acerca de ella, etc.

Fui armándome de valor día a día para encontrar estos momentos donde se gatillaban los pensamientos, y luego los pensamientos que gatillaban las reacciones sentimentales.

Otras maneras en que en mi mente surgía el recuerdo de ella y hasta de hecho, la creación de nuevos pensamientos era mediante la comparación entre ella y mi actual relación, comparando acciones, maneras de ser, capacidades, etc.

Me aseguré de establecer mi relación hacia estos pensamientos y los he definido como ‘auto-sabotaje’.

Lo que es difícil al comienzo de este proceso de parar las energías intensas que vienen ligadas a mi anterior relación, es que cuando estás en ellas, es inevitable pensar y querer actuar: todo mi organismo quiere moverse, actuar, hacer algo ‘al respecto’. Lo que me ha apoyado y asistido mayormente es, como dije al comienzo, el haber entendido lo que sucedió en la relación, por qué yo tomé la decisión, y haber evaluado holísticamente la relación – y gracias a, cada vez que emergían estas reacciones intensas obnubilando mi visión, la toma de decisiones y la realidad, yo tomaba un respiro, perdonaba las reacciones intensas, me calmaba a través de sonar el perdón con mi voz y volvía a CREAR la visión holística en mí, porque es como si hubiese estado encerrado en una pequeña cámara, llena de un gas que alteraba mis sentidos y que había imágenes/recuerdos específicos de la relación, enfocados en ‘los buenos momentos’ o momentos específicos que ‘me gustaron’ de la relación y no veía la TOTALIDAD, la gran cantidad de problemas, desacuerdos y conflictos que no pudimos resolver por distintos motivos que involucran una gran cantidad de cosas tanto de ella como de mí.

Por lo tanto, una cosa que yo sugiero, si has tomado la decisión de parar una relación que se ha tornado enfermiza de alguna manera u otra, y ya no hay ‘marcha atrás’ o realmente es imposible poder cambiar las dinámicas de la relación, ya sea por lo que cada uno quiere para la relación, y demás cuestiones – mira holísticamente a tu relación, y no olvides considerar todos los detalles, las razones por las que estás levantándote por esa decisión, y si pierdes el camino, vuelve a crear esa visión holística – eres tú quien decide si seguir en una relación que no crece o salir a crecer porque sabes que puedes crecer si paras esa relación.

Mi anterior relación fue creada de tal manera que mi entorno lo consideraría una ‘mala decisión’ o que ‘ya nos volveremos a conciliar’ o ‘volverán a estar de nuevo’, por las dinámicas de terminar y volver constantes – yo no sugiero hacer caso al entorno si sabes que fuiste el creador de la visión y experiencia del exterior en términos de quererles hacer ver algo, querer que vean tu relación de cierta manera. Considera tu responsabilidad en cuanto a cómo el entorno te ve a ti y a lo que has creado.

En mi próxima publicación compartiré algunas de las cosas que he estado reprimiendo y que han surgido gracias al apoyo de algunas personas.