Esta mañana durante un partido de
fútbol sentí olor a marihuana y cuando sentí el olor emergieron chats mentales “me
gusta ese olor”, “quiero fumar” y en ese momento hubo un sutil movimiento en mi
estómago de deseo y comencé a recordar algunas situaciones en las que había
fumado – recordé que la pasaba bien, y pasarla bien significa estar con amigos
y reírnos, divertirnos bajo el efecto de la marihuana – luego de eso recordé
las consecuencias de fumar marihuana como el estar creando en mi mente
realidades alternas, el cansancio físico y mental, la cantidad de pensamientos
que emergen en ese momento, el tornarse inservible ese momento con respecto a
mi habilidad para tomar responsabilidad, de poder observar a mi mente, de poder
trabajar con ella.
Me pregunté si realmente sería capaz
de invertir mi tiempo en fumar marihuana, y el tiempo perdido dentro de ello.
Me pregunté por qué estoy viviendo y
de qué se trata la vida.
En ese momento recordé que nosotros
creamos nuestra vida y que si yo quiero gastar mi tiempo en fumar marihuana y
hacer de mi vida eso, así será. Se trata de cómo yo defino la vida, y qué y
quién soy en mi tiempo dentro de lo que yo defino ‘la vida’.
Me di cuenta el egoísmo de fumar
marihuana, de cómo había justificado fumarla para ‘relajarme’, “olvidar”, es
decir, reprimir mis problemas, reprimir mis actuales experiencias que no quiero
tomar responsabilidad, y sólo quiero escapar de ellas, y sólo estar en este
constante subidón energético.
Me doy cuenta cómo es que perdemos
nuestro potencial al quedar atrapados en cosas como la marihuana, en realidades
alternas por reacciones emocionales, cosas negativas que no queremos enfrentar
ni lidiar con ellas.
Me doy cuenta que la relación que
tuve con la marihuana estaba basada en un punto de partida mental, en sentirme
bien, generar una experiencia positiva, reprimir lo negativo, lo cual me doy
cuenta que dentro de eso no estoy construyendo ni creándome a mí mismo con mis
propias manos por así decirlo, no estoy usando mi potencial para crear
soluciones, crear mi vida, crear mi propia experiencia de ninguna manera, sino
que más bien más y más me entierro en la mente, por una salida fácil el cual es
sentirme bien – realmente vago, realmente perezoso de trabajar con mi mente, mi
vida y mis relaciones.
Me perdono a mí mismo el haberme
aceptado y permitido a mí mismo entrar a mi mente al momento de sentir olor a
marihuana y decirme a mí mismo que quiero fumar marihuana de una manera sutil.
Me perdono a mí mismo el haberme aceptado
y permitido a mí mismo intentar aferrarme al deseo de fumar marihuana porque esto
me podría hacer pasarla bien, sentirme relajado y experimentarme a mí mismo de
una manera más agradable, sin darme cuenta que estoy olvidando las
consecuencias de fumar marihuana en un nivel mental, físico y de mi ser en
cuanto a cómo esto hace que se construya más mi mente, cree más conexiones de pensamientos
con las energías emocionales y de sentimientos, incluyendo a la marihuana, toda
una relación mental de hecho, donde de hecho me doy cuenta que no estoy tomando
responsabilidad de mi vida en absoluto, de mi mente en absoluto, sino que la
abdico cada vez mas así.
Me perdono a mí mismo el haberme
aceptado y permitido a mí mismo aferrarme a estos recuerdos de pasarla bien
fumando marihuana, porque han sido realmente momentos únicos que pasé, sin
embargo, yo soy el único que puedo tomar responsabilidad de mí mismo y pasar
por un proceso de escribirme, perdonarme y cambiarme a mí mismo para parar el
estrés, el ser insuficiente, el no ser lo suficientemente bueno, el sentirme
avergonzado, los problemas, el estar tenso – todo puedo parar, tomar responsabilidad
y dirigir a un cambio real, donde ya no sea una represión de éstas cosas por
otras positivas, sino que yo trabajo con esto, libero y dejo ir las reacciones
energéticas y de hecho puedo vivir estas palabras y crear soluciones: pasarla
bien, estar relajado, experimentarme a mí mismo de una manera más agradable
como expresiones de mí mismo – no siendo dependientes de una substancia,
energía o mi mente en absoluto.
Me comprometo a mí mismo a, cada vez
que me vea entrando en este tipo de pensamientos, o experiencias energéticas,
me traigo al respiro y reviso las razones de por qué yo quiero fumar marihuana,
perdono estas razones, perdono la energía, libero, dejo ir y me cambio a mí
mismo en el momento.
Me comprometo a mí mismo a darme a mí
mismo aquello que he dejado que la marihuana y la mente me den, para realmente
yo mismo viva estas palabras, que he abdicado, como una expresión de uno mismo.
Continuaré abriendo un poco más
acerca del punto de la marihuana en la dimensión social, tal vez el próximo
post o tal vez más adelante.
Cool Mati, estoy trabajando en la matrix con muchachos con adicciones, gracias por el apoyo!!
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